Hola, no tenÃa previsto escribir nada, pero tal y como me han hecho notar esto podÃa llevar a interpretaciones erróneas sobre los motivos reales de mi marcha.
SÃ, he dicho marcha, porque he decidido seguir los pasos de otros y dejar el foro (si más no por una temporada).
Os explico un poco cual es mi visión de la web y porque tomo esta decisión. Es una visión personal, subjetiva. Algunos coincidirán más con ella y otros nada en absoluto; no importa, no estamos discutiendo sobre si alguien tiene razón o no. Sólo se trata de exponer mi visión de la web, y como todas las cosas humanas puede ser errónea.
Haciendo un poco de historia, un dÃa un amigo me dijo “Oye, vente conmigo que hay una fiesta y te lo pasarás bienâ€. Y fui a la fiesta. Y descubrà que habÃa un señor que tenÃa un local y que lo habÃa abierto para que todo quien quisiera pudiera estar allà y pasar un buen rato.
Pero sobre todo descubrà que la gente que visitaba el local era buena gente, con la que daba gusto compartir el tiempo. Como pasa en todas las fiestas, la gente aportaba bebidas y comida; y debatÃamos sobre si aquel vino era el mejor o no; o si aquel plato era más bueno que el otro. A veces, algunos invitados se apasionaban en la defensa o detracción de un plato en concreto…. Normalmente nadie convencÃa a nadie para cambiar de opinión, aunque a veces sà que quedaba una semillita que te hacÃa replantear la visión de las cosas, aunque solo fuese para comprender porque tus amigos encontraban salado aquello que para ti era dulce. Pero siempre, siempre, al final, recordaban que ante todo eran amigos y se tomaban una cerveza juntos para demostrar que tenÃan claro lo que es importante de verdad.
Y asÃ, fue corriendo la voz y el local estaba cada vez más lleno y hasta hubo que cambiar varias veces de local porque faltaba espacio para tanta gente.
Pero un dÃa pasó algo que no habÃa pasado antes. Un grupo de colegas se entestaron en hacernos probar su vino para demostrar que era el mejor. El problema es que no importaba si estabas comiendo ensalada, carne, pescado o dulces, ellos te hacÃan probar su vino aunque no pegara en absoluto con la comida. Algunas personas intentaron hacerles desistir pero ellos no cejaron en su empeño y al final el bicarbonato se agotó y hubo que tomar medidas.
Las medidas fueron serias, ya nadie podÃa opinar sobre las bondades o deficiencias de un vino o un plato, ni sobre el penalti del último partido de futbol…. Salvo que se hiciera en una sala en concreto del local: “la Salaâ€. Pero (ya sabéis, todas las cosas tienen un pero), resulta que a la gente que estaba hablando de fútbol y se acordaba del penalti no le gustaba tener que interrumpir la conversación para continuarla en “la Salaâ€. No solo eso, los que decidÃan ir a la sala encontraban que las antaño animadas discusiones e intercambios de pareceres ya no existÃan… lógico, a menos que alguien fuese expresamente a esa sala no se enteraba del debate.
Y asÃ, hubo contertulios que expresaron que esto no era bueno y que se tenÃa que cambiar, pero sus palabras no hallaron eco.
Yo seguà asistiendo a las reuniones en el local confiado de que pronto recobrarÃa su ambiente original. Incluso habÃa apoyado la creación de la Sala porque, aún sin estar convencido de que fuese una buena solución, algo habÃa que hacer y no sabÃa encontrar una alternativa mejor.
AsÃ, el tiempo fue pasando y cada vez tenÃa menos ganas de participar de la reunión, bien fuese dialogando con otros contertulios, bien aportando una botellita de vino o cualquier otro manjar.
Al principio pensé que la culpa era de algunas personas que me recordaban la actitud que habÃa llevado a la creación de “la Salaâ€, hasta que un dÃa pasó algo que me obligó a meditar más profundo de lo que lo habÃa hecho hasta entonces. Y para mi sorpresa descubrà que lo que realmente me molestaba era “la Salaâ€, esa sala que impedÃa salirse de las formalidades y aportar calor al ambiente, esa sala que impedÃa improvisar en las conversaciones sin miedo a causar ningún daño (porque siempre quedaba el recurso de compartir una cerveza para volver a ser amigos).
No creo que eliminar la Sala sea fácil,
pero creo firmemente que valdrÃa la pena intentarlo. De lo
único que estoy seguro es de que exige de la aportación
de todos y por tanto estoy dispuesto a colaborar el primero si hace falta.
Sin embargo no tengo la impresión de que esto vaya a cambiar. Por eso he decidido que por muy mal que me sepa, esta fiesta ya no es mi fiesta.
Ojalá sea tan solo un punto y aparte y que las cosas cambien ( o, si estoy equivocado, me de cuenta de mi error), ¡prometo que me faltará tiempo para volver!
Waldo
PS: Ah sÃ, os estareis preguntando a que venÃa lo del chupa-chups. Me aficioné al chupa-chups viendo a Kojack, pero un dÃa Chupa-Chups cambió el sabor que me gustaba. Es evidente que yo no puedo obligar a chupa-chups a fabricar nada, pero igual de evidente es que chupa-chups no puede culparme de que no me guste el nuevo sabor y deje de consumirlo. Y ahora viene lo mejor, ni chupa-chups cambió el sabor para fastidiarme, ni yo dejé de consumir para fastidiar a chupa-chups. Por tanto, si alguien ve en esta mi opinión un ataque a cualquiera, que se tome una cerveza, de un paseo y se lo vuelva a leer, porque no ha entendido nada de nada (o yo soy peor escritor de lo que pensaba).